martes, 15 de marzo de 2016

COMENTARIO LITERARIO.
ES QUE SOMOS MUY POBRES “
AUTOR:  JUAN RULFO
Narra la historia de  gente muy pobre que ha perdido una vaca se la ha llevado el río.
Una vaca  llamada serpentina que era  de Tacha,  que le dio su padre, que también se había perdido un becerrito, el preguntaba sobre la vaca, como se la había llevado el rio y la preocupación era que no se fuera a parecer a sus hermanas que se volvieran  prostitutas, por no tener la vaca pinta  que era la única esperanza de no volverse igual que sus hermanas porque teniendo la vaca cualquier se podía fijar en la vaca pinta, pero ahora sí que hay peligro de parecerse a sus hermanas.

"Me gusta  la lectura me parece interesante por su narrativa y como va narrando los sucesos tan interesantes de cómo se lleva la vaca el rio de la preocupación de que tacha se convierta en prostituta,  como presenta y describe la pobreza."

Me gusto la historia.

Nos han dado la tierra.
Caminan desde el amanecer   cuatro personas,  eran como 25 personas pero todos se han desperdigado y, solo son cuatro los que quedan, parece que llovería pero nunca llovió describen como era el llano Seco sin nada, tanta y tamaño de tierra pero sin nada del pueblo para acá todo es de ustedes un cuero de vaca, sin nada de agua, el gobierno les ha dado la tierra, nada se levantara aquí donde nada se mueve esta es la tierra que nos han dado, un llano.
Me gusta esta lectura porque narra cómo es un llano, como les han dado la tierra y esperan que en este lugar crezca maíz, pero si no llueve como crecerá  el maíz o lo que siembres si es un comal.
Pero les han dado la tierra. 


 http://www.aplicaciones.info/lectura/lecturam http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/esp/rulfo/nos_han_dado_la_tierra.htm.htm
Navidad eres tu.
Si estás preocupado porque no sabes lo que vas a ofrecer como presente, porque no tienes condiciones, estás desempleado, o porque los amigos son tantos que no tienes medios de ofrecerles alguna cosa a cada.

Te voy a decir una cosa:
Las flores se marchitan, las tarjetas se pierden, ni todos los presentes agradan, las cartas se amarillean con el tiempo. Piensa en ofrecer algo que quede para siempre, que tú posees y que muchas personas riquísimas ya no poseen más:
¡Un poco de tu tiempo!
Se, por una hora, una mañana, una tarde o mismo un día... ¡el mejor amigo que alguien pueda tener! Date enteramente en la amistad, en la escucha. ¡Los momentos quedan para siempre!
Hacer a alguien feliz es el mayor regalo que podemos ofrecer. Y eso nosotros no lo compramos, lo producimos, con el cariño en los ojos y amor en el corazón.
Haz con que de aquí hasta diez años alguien pueda decir: el mejor presente de Navidad que yo recibí fueron algunos momentos que me ofreciste en aquel año.
Somos nosotros, personas muy ricas de posibilidades. Podemos dar a los demás sin tener que adquirir. Podemos hacer a alguien sonreír. Da un ratito de tu tiempo como presente. Sin grandes sorpresas, pero de todo corazón.
¡Tú eres el mejor regalo que existe!
Y que tu Navidad sea linda, así como la de todos los que tu corazón elige para probar de tu cariño y de tu amistad.


Reflexión:
El  regalo más hermoso que puedo dar es mi amistad,  a todos los que en esta navidad no pueden obsequiar un regalo,  pueden ofrecer un tiempo para animar a una persona, pueden elabora cosa elaboradas por ustedes sin llegar al consumismo, que esta navidad  sea la mejor de todas porque puedas darle un poquito de tiempo a tus seres queridos.


 http://www.shoshan.cl/tesoros2006/el_mejor_regalo.html
COMENTARIO LITERARIO
ES QUE SOMOS MUY POBRES “
AUTOR  JUAN RULFO
Narra la historia de  gente muy pobre que ha perdido una vaca se la ha llevado el rio
Una vaca  llamada serpentina que era  de Tacha  que le dio su padre, que también se había perdido un becerrito el preguntaba sobre la vaca como se la había llevado el rio y la preocupación era que no se fuera Parecer a sus hermanas que se volvieran  prostitutas, por no tener la vaca pinta  que era la única esperanza de no volverse igual que sus hermanas porque teniendo la vaca cualquier se podía fijar en la vaca pinta pero ahora sí que hay peligro de parecerse a sus hermanas.
Me gusta  la lectura me parece interesante por su narrativa y como va narrando los sucesos tan interesantes de cómo se lleva la vaca el rio de la preocupación de que tacha se convierta en prostituta,  como presentas y describen la pobreza.
Me gusto la historia

Nos han dado la tierra
Caminan desde el amanecer   cuatro personas  eran como 25 personas pero todos se han desperdigado y solo son cuatro, parece que   llovería pero nunca llovió describen como era el llano Seco sin nada, tanta y tamaño de tierra pero sin nada del pueblo para acá todo es de ustedes un cuero de baca Sin nada de agua el gobierno les ha dado la tierra nada se levantara aquí donde nadase mueve esta es la tierra que nos han dado un llano.
Me gusta esta lectura porque narra cómo es un llano como les han dado la tierra y esperan que en este lugar crezca maíz pero si no llueve como crecerá  el maíz o lo que siembres si es un comal.
Pero les han dado la tierra. 




Lecturas

 EL HALCÓN COMÚN O PEREGRINO.
    En el mes de febrero los halcones peregrinos presienten la primavera. Macho y hembra se persiguen en raudos y acrobáticos vuelos, imitando fogosas persecuciones de caza. Los científicos llaman paradas nupciales a estos juegos amorosos. Quien no haya contemplado a los halcones peregrinos ascendiendo en círculos perfectos, picando en caídas verticales y cambiando de manos, en pleno cielo, una presa recién capturada, no sabe lo que es la perfección, la velocidad y la agilidad en el vuelo. Durante toda la época de paradas nupciales, el halcón macho vigila constantemente para expulsar de su territorio a cualquier congénere que pretenda invadirlo. Los feudos de los halcones suelen tener de dos a cinco kilómetros de radio y sus propietarios no permiten a otros peregrinos cazar en el interior de sus fronteras. Con ello, los halcones delimitan la densidad de sus poblaciones, de manera que nunca resultan demasiado numerosos ni perjudiciales para las aves que constituyen su alimento.
    A principios de marzo, el halcón hembra -bastante más grande que el macho- deposita de dos a cuatro huevos en una oquedad natural e inaccesible del roquedo o en un viejo nido de cuervo. La incubación dura treinta y cinco días. Los polluelos aparecen cubiertos de blanco plumón durante las dos primeras semanas. La madre vigila afanosamente el nido, expulsando a cualquier presunto enemigo, aunque sea del tamaño de un zorro o de un lobo, como he podido observar en algunas ocasiones. El macho caza para toda la familia. Transporta las presas en las garras hasta las inmediaciones del nido, donde se las entrega a la hembra. Ésta se encarga de desplumar y despedazar las aves para alimentar a sus polluelos. 
    Durante sus dos segundas semanas, los halcones se van cubriendo de plumas. Al mes y medio, totalmente vestidos, están en condiciones de emprender el vuelo. Como puede observarse en las fotografías, los halcones jóvenes o inmaduros son de color pardo rojizo. Hasta después de la primera muda no adquieren los tonos grises y azulados de los ejemplares adultos. Un mes entero permanecen los jóvenes halcones viviendo en la roca paterna, después de haber abandonado el nido. Durante todo este tiempo son instruidos en la caza por los adultos. Para ello, el halcón macho suele transportar presas que deja caer en el aire, para que sus hijos las capturen en pleno vuelo. Paulatinamente, a medida que sus músculos y sus alas se fortalecen, los jóvenes halcones acompañan a sus padres en las cacerías.
            Félix Rodríguez de la Fuente














Los adolescentes y sus contextos de convivencia.
El significado de ser adolescente en la actualidad.
Aunque en la adolescencia se pueden divertir, aprender y disfrutar de miles de oportunidades que da la vida, es una etapa difícil, porque durante ella se enfrentan a cambios de todo tipo y comienzan a percibir realidades que antes no tenían presentes.
Ahora su entorno empieza a mostrarnos que también puede ser hostil y no siempre agradable, se encuentran con problemas como las drogas, la violencia, sexualidad, etc. Muchas veces, el medio social en que viven, los hace enfrentar problemas de este tipo, pero también les brinda la orientación y protección necesaria para prevenirlos y combatirlos a través de algunas instituciones capacitadas, además de los amigos, los maestros y la familia. En esta época de la vida enfrentan ciertas situaciones de riesgo en las que tienen que tomar decisiones para evitar problemas que pueden acarrean perdida de salud física emocional, psicológica depresión e incluso la muerte. ¿Cuáles son las características de los jóvenes durante la adolescencia? La adolescencia es un periodo en el desarrollo biológico, psicológico, sexual y social inmediatamente posterior a la niñez y que comienza con la pubertad. Su rango de duración varía según las diferentes fuentes y opiniones médicas, científicas y psicológicas, pero generalmente se enmarca su inicio entre los 10 a 12 años, y su finalización a los 19 o20.Para la Organización Mundial de la Salud, la adolescencia es el período comprendido entre los 10 y 19 años y está comprendida dentro del período de la juventud-entre los 10 y los24 años-. La pubertad o adolescencia iniciales la primera fase, comienza normalmente a los 10 años en las niñas y a los 11 en los niños y llega hasta los 14-15 años. La adolescencia media y tardía se extiende, hasta los 19 años. A la adolescencia le sigue la juventud plena, desde los 20 años hasta los 24 años.
 Algunos psicólogos consideran que la adolescencia abarca hasta los 21 años e  incluso algunos autores han extendido en estudios recientes la adolescencia a los 25 años






LA LECTURA 
    La lectura es la práctica más importante para el estudio. En las asignaturas de letras, la lectura ocupa el 90 % del tiempo dedicado  al estudio personal. Mediante la lectura se adquiere la mayor parte de los conocimientos y por tanto influye mucho en la formación intelectual.
    Mediante la lectura se reconocen las palabras, se capta el  pensamiento del autor y se contrasta con el propio pensamiento de  forma  crítica. De alguna forma se establece un diálogo con el autor. Laín Entralgo definió la lectura como "silencioso coloquio del lector con el autor".
    Se pueden distinguir tres clases de lecturas: una de distracción, poco profunda, en la que interesa el argumento pero no  el  fijar  los conocimientos; otra lectura es la informativa, con la que se pretende tener una visión general del tema, e incluso de un libro entero; y por fin, la lectura de estudio o formativa, que es la más lenta y  profunda  y  pretende comprender un tema determinado.
    Los dos factores de la lectura son la velocidad y la  comprensión.  La velocidad es el número de palabras que se leen en un minuto y  suele  ser de 200 a 250 en un estudiante normal. La comprensión se puede  medir  mediante una prueba objetiva aplicada inmediatamente después  de  hacer  la lectura. Se suele medir de 0 a 10, y suele ser de 6 a 7  en  una  lectura normal. Es necesario que se evite siempre la lectura mecánica, es  decir, sin comprensión y se ponga esfuerzo por leer todo lo deprisa que se  pueda y asimilando el mayor número de conocimientos posibles.  Con  esto  se aumenta la concentración y mejora la velocidad de lectura  sin  bajar  la comprensión.
    Si se quiere conseguir una gran velocidad de lectura, doblando o  triplicando la velocidad actual sin bajar la comprensión, se  debería  hacer un curso de lectura rápida, que mediante un entrenamiento  específico  se puede conseguir una gran velocidad, como la alcanzada por  el  presidente Kennedy que llegaba a las 1200 palabras por minuto.
    Antes de empezar a estudiar una lección es conveniente hacer  una  exploración, es decir, observarla por encima, viendo de qué tratan las distintas preguntas, los dibujos, los esquemas, las fotografías, etc. De esta forma se tiene una idea general del tema. El segundo paso sería hacerse preguntas de lo que se sabe en relación al tema y tratar de responderlas. Así se enlazan los conocimientos anteriores con los nuevos.
        Arturo Ramo García



LAS VACAS DE QUIVIQUINTA

Francisco Rojas González

del Libro “El Diosero”

Los perros de Quiviquinta tenían hambre; con el lomo corvo y la nariz hincada en los baches de las callejas, el ojo alerta y el diente agresivo, iban los perros de Quiviquinta; iban en manadas, gruñendo a la luna, ladrando al sol, porque los perros de Quiviquinta tenían hambre…
Y también tenían hambre los hombres, las mujeres y los niños de Quiviquinta, porque en las trojes se había agotado el grano, en los zarzos se había consumido el queso y de los garabatos ya no colgaba ni un pingajo de cecina…
Sí, había hambre en Quiviquinta; las milpas amarillearon antes del jiloteo y el agua hizo charcas en la raíz de las matas; el agua de las nubes y el agua llovida de los ojos en lágrimas.
En los jacales de los coras se había acallado el perpetuo palmoteo de las mujeres; no había ya objeto, supuesto que al faltar el maíz, faltaba el nixtamal y al faltar el nixtamal, no había masa y sin ésta, pues tampoco tortillas y al no haber tortillas, era que el perpetuo palmoteo de las mujeres se había acallado en los jacales de los coras.
Ahora, sobre los comales, se cocían negros discos de cebada; negros discos que la gente comía, a sabiendas de que el torzón precursor de la diarrea, de los ―cursos‖, los acechaba.
— Come, mi hijo, pero no bebas agua —aconsejaban las madres.
— Las gordas de cebada no son comida de cristianos, porque la cebada es ―fría‖ —prevenían los viejos, mientras llevaban con repugnancia a sus labios el ingrato bocado.
— Lo malo es que para el año que entra ni semilla tendremos —dijo Esteban Luna, mozo lozano y bien puesto, quien ahora, sentado frente al fogón, miraba a su mujer, Martina, joven también, un poco rolliza pero sana y frescachona, que sonreía a la caricia filial de una pequeñuela, pendiente de labios y manecitas de una pecho carnudo, abundante y moreno como cantarito de barro.
— Dichosa ella —comentó Esteban— que tiene mucho de donde y qué comer.
Martina rió con ganas y pasó su mano sobre la cabecita monda de la lactante.
— Es cierto, pero me da miedo de que se empache. La cebada es mala para la cría…
Esteban vio con ojos tristones a su mujer y a su hija.
— Hace un año —reflexionó—, yo no tenía de nada y de nadie por que apurarme… A hoy dialtiro semos tres… Y con l‘hambre que si‘ha hecho andancia.
Martina hizo no escuchar las palabras de su hombre; se puso de pie para llevar a su hija a la cuna que colgaba del techo del jacal; ahí la arropó con cuidados y ternuras. Esteban seguía taciturno, veía vagamente cómo se escapaban las chispas del fogón vacío, del hogar inútil.
— Mañana me voy p‘Acaponeta en busca de trabajo…
— No, Esteban —protestó ella—. ¿Qué haríamos sin ti yo y ella?
— Fuerza es comer, Martina… Sí, mañana me largo a Acaponeta o a Tuxpan a trabajar de peón, de mozo, de lo que caiga.
Las palabras de Esteban las había escuchado desde las puertas del jacal Evaristo Rocha, amigo de la casa.
— Ni esa lucha nos queda, hermano —informó el recién llegado—. Acaban de regresar del norte Jesús Trejo y Madaleno Rivera; vienen más muertos d‘hambre que nosotros… Dicen que no hay trabajo por ningún lado; las tierras están anegadas hasta adelante de Escuinapa… ¡Arregúlale nomás!
— Entonces… ¿Qué nos queda? —preguntó alarmado Esteban Luna.
— ¡Pos vé tú a saber…! Pu‘ay dicen quesque viene máiz de Jalisco. Yo casi no lo creo… ¿Cómo van a hambriar a los de po‘allá nomás pa darnos de tragar a nosotros?
— Que venga o que no venga máiz, me tiene sin cuidado orita, porque la vamos pasando con la cebada, los mezquites, los nopales y la guámara… Pero pa cuando lleguen las secas ¿qué vamos a comer, pues?
— Ai‘stá la cuestión… Pero las cosas no se resuelven largándonos del pueblo; aquí debemos quedarnos… Y más tú, Esteban Luna, que tienes de quen cuidar.
— Aquí, Evaristo, los únicos que la están pasando regular son los que tienen animalitos; nosotros ya echamos a l‘olla el gallo… Ahí andan las gallinas sólidas y viudas, escarbando la tierra, manteniéndose de pinacates, lombrices y grillos; el huevito de tierra que dejan pos es pa Martina, ella está criando y hay que sustanciarla a como dé lugar.
— Don Remigio ―el barbón‖ está vendiendo leche a veinte centavos el cuartillo.
— ¡Bandidazo…! ¿Cuándo se había visto? Hoy más que nunca siento haber vendido la vaquilla… Estas horas ya‘staría parida y dando leche… ¿Pa qué diablos la vendimos, Martina?
— ¡Cómo pa qué, cristiano…! ¿A poco ya no ti‘acuerdas? Pos p‘habilitarnos de apero hor‘un‘año. ¿No mercates la coa? ¿No alquilates dos yuntas? ¿Y los pioncitos que pagates cuando l‘ascarda?
— Pos ahoy, verdá de Dios, me doy de cabezazos por menso.
— Ya ni llorar es bueno, Esteban… ¡Vámonos aguantando tantito a ver qué dice Dios! —agregó resignado Evaristo Rocha.
Es jueves, día de plaza en Quiviquinta. Esteban y Martina limpiecitos de cuerpo y ropas van al mercado, obedeciendo más a una costumbre, que llevados por una necesidad, impelidos mejor por el hábito que por las perspectivas que pudiera ofrecerles el ―tianguis‖ miserable, casi solitario, en el que se reflejan la penuria y el desastre regional, algunos ―puestos‖ de verduras marchitas, lacias; una mesa con vísceras oliscadas, cubiertas de moscas; un cazo donde hierven dos o tres kilos de carne flaca de cerdo, ante la expectación de los perros que, sobre sus traseros huesudos y roñosos, se relamen en vana espera del bocado que para sí quisieran los niños harapientos, los niños muertos de hambre que juegan de manos, poniendo en peligro la triste integridad de los tendidos de cacahuates y de naranjas amarillas y mustias.
Esteban y Martina van al mercado por la Calle Real de Quiviquinta; él adelante, lleva bajo el brazo una gallinita ―búlique‖ de cresta encendida; ella carga a la chiquilla. Martina va orgullosa de la gorra de tira bordada y del blanco roponcito que cubre el cuerpo moreno de su hijita.
Tropiezan en su camino con Evaristo Rocha.
— ¿Van de compras? —pregunta el amigo por saludo.
— ¿De compras? No, vale, está muy flaca la caballada; vamos a ver que vemos… Yo llevo la ―búlique‖ por si le hallo marchante… Si eso ocurre, pos le merco a ésta algo de ―plaza‖…
— ¡Que así sea, vale… Dios con ustedes!
Al pasar por la casa de don Remigio ―el barbón‖, Esteban detiene su paso y mira, sin disimular su envidia, cómo un peón ordeña una vaca enclenque y melancólica, que aparta con su rabo la nube de moscas que la envuelve.
— Bien‘haigan los ricos… La familia de don Remigio no pasa ni pasará hambre… Tiene tres vacas. De malas cada una dará sus tres litros… Dos p‘al gasto y lo que sobra, pos pa venderlo… Esta gente sí tendrá modod de sembrar el año que viene; pero uno…
Martina mira impávida a su hombre. Luego los dos siguen su camino.
Martina descorteza con sus dientes chaparros, anchos y blanquísimos, una caña de azúcar. Esteban la mira en silencio, mientras arrulla torpemente entre sus brazos a la niña que llora a todo pulmón.
La gente va y viene por el “tianguis” sin resolverse siquiera a preguntar los precios de la escasa mercancía que los tratantes ofrecen a grito pelado… ¡Está todo tan caro!
Esteban, de pie, aguarda. Tirada, entre la tierra suelta, alea, rigurosamente maniatada, la gallinita “búlique”.
— ¿Cuánto por el mole? —pregunta un atrevido, mientras hurga con mano experta la pechuga del avecita para cerciorarse de la cuantía y de la calidad de sus carnes.
— Cuatro pesos —responde Esteban…
— ¿Cuatro pesos? Pos ni que juera ternera…
— Es pa que ofrezcas, hombre…
— Doy dos por ella.
— No… ¿A poco crés que me la robé?
— Ni pa ti, ni pa mí… Veinte reales.
— No, vale, de máiz se los ha tragado.
Y el posible comprador se va sin dar importancia a su fracasada adquisición.
— Se l‘hubieras dado, Esteban, ya tiene la güevera seca de tan vieja —dijo Martina.
La niña sigue llorando; Martina hace a un lado la caña de azúcar y cobra a la hija de los brazos de su marido. Alza su blusa hasta el cuello y deja al aire los categóricos, los hermosos pechos morenos, trémulos como un par de odres a reventar. La niña se prende a uno de ellos; Martina, casta como una matrona bíblica, deja mamar a la hija, mientras en sus labios retoza una tonadita bullanguera.
El rumor del mercado adquiere un nuevo sonido; es el motor de un automóvil que se acerca. Un automóvil en Quiviquinta es un acontecimiento raro. Aislado el pueblo de la carretera, pocos vehículos mecánicos se atreven por brechas serranas y bravías. La muchachada sigue entre gritos y chacota al auto que, cuando se detiene en las cercanías de la plaza, causa curiosidad entre la gente. De él se apea una pareja: el hombre alto, fuerte, de aspecto próspero y gesto orgulloso; la mujer menuda, debilucha y de ademanes tímidos.
Los recién llegados recorren con la vista al ―tianguis‖, algo buscan. Penetran entre la gente, voltean de un lado a otro, inquieren y siguen preocupados su búsqueda.
Se detienen en seco frente a Esteban y Martina; ésta, al mirar a los forasteros se echa el rebozo sobre sus pechos, presa de súbito rubor; sin embargo, la maniobra es tardía, ya los extraños habían descubierto lo que necesitaban:
— ¿Has visto? —pregunta el hombre a la mujer.
— Sí —responde ella calurosamente—. ¡Ésa, yo quiero ésa, está magnífica…!
— ¡Que si está! —exclama el hombre entusiasmado.
Luego, sin más circunloquios, se dirige a Martina:
— Eh, tú, ¿no quieres irte con nosotros? Te llevamos de nodriza a Tepic para que nos críes a nuestro hijito.
La india se queda embobada, mirando a la pareja sin contestar.
— Veinte pesos mensuales, buena comida, buena cama, buen trato…
— No —responde secamente Esteban.
— No seas tonto, hombre, se están muriendo de hambre y todavía se hacen del rogar —ladra el forastero.
— No —vuelve a cortar Esteban.
— Veinticinco pesos cada mes. ¿Qui‘húbole?
— No.
— Bueno, para no hablar mucho, cincuenta pesos.
— ¿Da setenta y cinco pesos? Y me lleva a “media leche” —propone inesperadamente Martina.
Esteban mira extrañado a su mujer; quiere terciar, pero no lo dejan.
— Setenta y cinco pesos de “leche entera”… ¿Quieres?
Esteban se ha quedado de una pieza y cuando trata de intervenir, Martina le tapa la boca con su mano.
— ¡Quiero! —responde ella. Y luego al marido mientras le entrega a su hija—: Anda, la crías con leche de cabra mediada con arroz… a los niños pobres todo les asienta. Yo y ella estamos obligadas a ayudarte.
Esteban maquinalmente extiende los brazos para recibir a su hija.
Y luego Martina con gesto que quiere ser alegre:
— Si don Remigio ―el barbón‖ tiene sus vacas d‘ionde sacar el avío pal‘año que‘ntra, tú, Esteban, también tienes la tuya… y más rendidora. Sembraremos l‘año que‘ntra toda la parcela, porque yo conseguiré l‘avío.
— Vamos —dice nervioso el forastero tomando del brazo a la muchacha.
Cuando Martina sube al coche, llora un poquitín.
La mujer extraña trata de confortarla.
— Estas indias cora —acota el hombre— tienen fama de ser muy buenas lecheras…
El coche arranca. La gente del “tianguis” no tiene ojos más que para verlo partir.
Esteban llama a gritos a Martina. Su reclamo se pierde entre la algarabía.
Después toma el camino hacia su casa; no vuelve la cara, va despacio, arrastrando los pies… Bajo el brazo, la gallina “búlique” y, apretada contra el pecho, la niña que gime huérfana de sus dos cantaritos de barro moreno.




La leyenda de la xtabay
Esta es la historia de dos hermanas de gran belleza, una de ellas era Xtabay conocida como XKEBAN (la pecadora), por que se entregaba al amor. Las personas del pueblo la despreciaban y le huían como algo desagradable, aunque su cuerpo y su pasión la maldecían su corazón la redimía, ya que curaba a los enfermos, y amparaba a los más desprotegidos, así como amaba a los animales. Su hermana conocida por el mismo pueblo como UTZ-COLEL (mujer buena), era todo lo contrario, pura, justa, y jamás había hecho algo malo que disgustara o juzgara el pueblo, la gente la apreciaba. Pero en su interior era rígida, y dura de corazón, incapaz de amar a sus semejantes por considerarlos inferiores. A los enfermos los consideraba repugnantes, dura como piedra, estricta así era esta hermosa mujer.
Un mal día la gente no vio salir a la XKEBAN de su casa. Así pasaron días. Los pobladores acudieron a su casa de la cual salía un aroma agradable. En el interior descubrieron su cuerpo sin vida en el suelo el cual aun se conservaba gracias a los animales que velaban el cuerpo inerte de XKEBAN a lo cual UTZ-COLEL lejos de sentir dolor solo expreso esto es cosa del diablo y añadió si el cadáver de una pecadora puede desprender aromas tan agradables, mi cadáver destilara un perfume mucho más agradable y sonrió. Al entierro solo fueron los enfermos que había sanado, al día siguiente su tumba amaneció cubierta de flores hermosas llenas de color y de sutil aroma.
Después de un tiempo falleció UTZ-COLEL. Aun virgen seguro alcanzaría la gracia de dios. Tan rápido como falleció su cuerpo empezó a desprender un olor fétido. Enseguida la enterraron y todo el pueblo estuvo presente. Le adornaron la tumba con hermosas flores, que al amanecer habían marchitado y su olor era desagradable. Los pobladores dijeron entonces esto es cosa del diablo.

En la tumba de la XKEBAN brota una flor tan singular llamada FLOR DE XTABENTUN. El néctar de esa flor embriaga dulcemente como una vez lo hizo su amor y su pasión. Mientras que en la tumba de UTZ-COLEL broto una FLOR DE TZACAM la cual es un cactus con espinas que al tocarla es muy fácil punzarse y de la cual brota una flor hermosa sin perfume alguno. Así como fue en vida una hermosa mujer sin alma sin esencia. Era tanto su odio a su hermana que después de su muerte logro regresar con la ayuda de los malos espíritus, enfadada por el desigual destino que habían tenido UTZ-COLEL se convirtió en la mala Xtabay la cual surge del TZACAM para imitar a su hermana en vida, ofreciendo su mundano amor a los hombres, la cual los aguarda en las ceibas, peinando su larga cabellera con un trozo de TZACAM erizado de púas. Sigue a los hombres hasta que consigue atraerlos, los seduce luego y al fin los asesina en el frenesí de un amor infernal

Metodología

METODOLOGIA

La metodología.

Se emplearán diversas técnicas de estudio  y estrategias para para poder cumplir con el propósito, que  es lograr que los alumnos de primer grado de telesecundaria lean lecturas guiadas por un docente, para que poco a poco logre la independencia de la lectura y de esta manera tengamos alumnos lectores, para lograr el proceso enseñanza aprendizaje de  todas las materias, según los condicionantes de su Competencia Literaria, su  sensibilidad y su subjetiva capacidad de asimilación creadora.
Que el alumno mejore a través de las lecturas seleccionadas el número de palabras que es capaz de leer en un minuto. El aumento de vocabulario del alumno.
En cuanto a lo cualitativo que el alumno puede comprender los diferentes textos que lee y aumentar su productividad en la comprensión de los diferentes texto, obteniendo la capacidad de entender y comprender en el momento en que lee. Para lograrlo se emplearan las siguientes estrategias Examinar, Preguntar, Leer, Repetir, Registrar, Revisar.
PEPL4R es una estrategia de lectura, que reafirma de una forma eficiente los pasos básicos en el proceso de lectura. La P es para Propósito, la E es de Examinar rápidamente, la P es de Preguntar, la L para Leer selectivamente y las cuatro R’s son de Repetir, Registrar, Reflexionar y Revisar.
 Las técnicas utilizadas en este trabajo son: Realiza tus propios Apuntes, reflexiones comentarios literarios y paráfrasis para poder llegar al aprendizaje sobre la lectura y de esta manera adquiera diversos conocimientos. 

objetivo

OBJETIVO

 El objetivo es lograr que los alumnos de primer grado de telesecundaria lean lecturas guiadas por un docente, para que poco a poco logre la independencia de la lectura y de esta manera tengamos alumnos lectores, para lograr el proceso enseñanza aprendizaje de  todas las materias, también  es que los alumnos puedan aprovechar la platarfoma moodle para ver las publicaciones y actividades a realizar por los alumnos de primer grado de secundaria y además determinar, cómo la plataforma permite potenciar y guiar la necesaria libertad del lector para apreciar, comentar e interpretar las obras literarias según los condicionantes de su Competencia Literaria, su  sensibilidad y su subjetiva capacidad de asimilación creadora.
Que el alumno mejora a través de las lecturas seleccionadas el número de palabras que es capaz de leer en un minuto. El aumento de vocabulario del alumno.
En cuanto a lo cualitativo que el alumno puede comprender los diferentes textos que lee y aumentar su productividad en la comprensión de los diferentes texto, obteniendo la capacidad de entender y comprender en el momento en que lee.